Con cierta frecuencia me preguntan con escepticismo si la terapia de pareja sirve para algo. A la vez que formulan la  pregunta, afirman que si en un matrimonio ya no hay amor, es mejor no empeñarse y dejarlo.

El otro día, una clienta mía, psicóloga de profesión, me decía que en la facultad estudió que la terapia de pareja no es efectiva porque cuando se acude ya es tarde.

Sin embargo, La Association of Marriage and Family Therapists de EEUU indica que tres de cada cuatro parejas que acuden a terapia de pareja admiten una mejoría en su relación.

Por mi experiencia, las personas que acuden a terapia de pareja mejoran su estado de ánimo, incrementan su autoestima y empiezan a recuperar la paz (¡además de mejorar su relación!)

Por diferentes motivos,  hay personas que se resisten a dar el paso. Pasan los meses y a veces hasta los años, con un gran sufrimiento por la mala relación con su pareja, por un matrimonio que parece no tener salida, por la imposibilidad de entenderse o sentirse querido o valorado.

Muchas, son parejas de dos buenas personas que están cansadas de intentar encontrar una solución. Llevan mucho tiempo luchando para salir de una situación que les hace sufrir. Han intentado todo y están desilusionados, sin esperanza y agotados.

Otras veces, el conformismo o el tópico de que el matrimonio es así,  que la pasión no dura, que el amor no soporta el paso del tiempo, lleva a algunas parejas a mantenerse en una relación insatisfactoria que deriva en vidas paralelas.

Debemos dejar de percibir la terapia como algo negativo. La terapia de pareja no supone reconocer el fracaso de nuestro matrimonio. El problema sería, precisamente, si no buscáramos ayuda para salvarlo.

Ojalá se acudiera antes, pero tengo la convicción, corroborada por los hechos, que más vale tarde que nunca.

¿Habéis visto esos bulbos secos durante años de los que milagrosamente sale una preciosa y aromática flor?. Igual he visto yo florecer matrimonios que parecían muertos y enterrados. 

Si estás pasando por un mal momento en tu matrimonio; si la rutina o el desamor hace tiempo que acompañan vuestra relación; si os es imposible comunicaros o si no sois capaces de llegar de verdad al perdón o a la recuperación de la confianza, no pierdas la esperanza. No te conformes. Ten la inteligencia de pedir ayuda.

A veces las parejas tardan mucho en acudir a terapia porque piensan que el tiempo lo arreglará. Pero generalmente, esto no hace más que acumular tensión, frustración y resentimiento.

La terapia de pareja es un recurso que ayuda  a identificar los problemas y salir de la crisis. Hace profundizar en el conocimiento propio, de la pareja y de la relación misma y descubrir el valor de la otra persona.

El psicólogo de pareja aporta herramientas que ayudan a resolver el conflicto, evitar errores en la relación, aprender una nueva manera de comunicarse y en definitiva, reencontrarse y recomenzar una relación más madura, satisfactoria y feliz.

Muchas de las parejas que vienen al gabinete, afirman que después de superada la crisis, están mejor que nunca estuvieron.

Merece la pena dar una oportunidad a la relación. Merece la pena darnos una oportunidad a nosotros mismos.